Motricidad Fina

La motricidad fina se refiere al control de los movimientos finos que se realizan con las manos. El proceso para desarrollar la motricidad fina comprende funciones neurológicas, esqueléticas y musculares. Lo que se pretende lograr es que el niño consiga realizar movimientos coordinados después de realizar varios ejercicios específicos.
El desarrollo de la motricidad fina es principalmente necesario para que el niño desarrolle la lecto-escritura. Para poder escribir el niño ya debe tener una coordinación de la mano. Este proceso empieza con actividades que le permiten al niño fortalecer sus músculos de los dedos y de la mano, estas actividades aumentan en complejidad hasta que el niño ya logre realizar trazos de letras.
Los problemas de escritura, mala letra, mala postura, etc. son el resultado de una mala guía al momento de desarrollar este conjunto de habilidades y destrezas.
Algunos ejemplos de ejercicios que se pueden realizar son:
IDEAS PARA DESARROLLAR LA MOTRICIDAD FINA
Que el niño realice trabajos de plegado en papel.
Que en una tabla de veinte por veinte centímetros con clavos sin punta situados a un espacio de un centímetro el niño amarre un pedacito de hilo en cada clavo.
Que el niño recorte figuras. Primero figuras geométricas y después figuran más elaboradas.
Que el niño rasgue, arrugue, y pliegue papeles.
Ejercicios de manos: abrir y cerrar los dedos de la mano
Ejercicios de muñecas: giros de la muñeca de la mano: en el aire, sobre la espalda del compañero y la superficie del pupitre.
Que trace líneas verticales, horizontales de izquierda a derecha, líneas curvas, líneas zigzag, figuras geométricas, círculos, etc.
Con una aguja roma y un hilo de un metro, que el niño ensarte fideos, mullos, bolitas.
Punteado de figuras sobre una espuma flex.
Manipulación de plastilina o masa.